domingo, 28 de diciembre de 2014

Latero

Cuanto ansía la vagancia
Que aparezca la mercancía
Ahí en Grecia esquina Francia
Con monedas de alcancía.

Caminaba con elegancia.
Sonreía a pura encía.
Era mala la sustancia,
Pero el vicio le vencía.

Lo vió llegar con impaciencia.
Es la buena, lo convencía.
Confirmó ya la apariencia.
Y el bolsillo desuncía.

Casi como reverencia
La bolsa ya desfruncía.
Para escapar de la consciencia
Se escondió entre la juncía.

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