Cuanto ansía la vagancia
Que aparezca la mercancía
Ahí en Grecia esquina Francia
Con monedas de alcancía.
Caminaba con elegancia.
Sonreía a pura encía.
Era mala la sustancia,
Pero el vicio le vencía.
Lo vió llegar con impaciencia.
Es la buena, lo convencía.
Confirmó ya la apariencia.
Y el bolsillo desuncía.
Casi como reverencia
La bolsa ya desfruncía.
Para escapar de la consciencia
Se escondió entre la juncía.
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